Hola, quería hacer un comentario sobre un viaje a 300 Kms de casa para una competición.
Bien, quedo con un amigo en recogerlo en casa y de allí vamos a unos 35 Kms a recoger a otro participante, que casualmente tiene un Audi Q5.
Me comente que dejaremos mi coche en su garage y nos vamos con él.
Al llegar paso de mi coche, los trastos al maletero, primera sorpresa, es bastante más pequeño que el del C5, aún así y aunque algo apretado entra todo ( somos tres personas).
La segunda sorpresa tiene que ver con la calidad supuestamente premium de ciertas marcas alemanas, pues bien, segunda sorpresa, nada más abrir la puerta veo que en el tirador de la puerta ha saltado la pintura, y es un modelo de segunda generación, de los más nuevos.
Todavía no he entrado al coche y ya hay dos cosas que personalmente me chirrían.
Cojo asiento y me acomodo en el coche e iniciamos la marcha, Primera decepción, el coche es más pequeño por dentro de lo que pensaba, no es que vayas encajado, pero no es tan amplio como parece por fuera.
Y ahora lo más grave de todo, llegamos al primer badén dentro del pueblo... la sacudida que pega eso es brutal.
Así tal cual, es un coche pesado, con ciertas ( pocas, todo hay que decirlo ), aptitudes offroad, y para conseguir cierta estabilidad hay que endurecer demasiado la suspensión, con un comportamiento demasiado agrio para mi gusto.
Pero es que luego en autopista y autovía la cosa no mejora, a una posición sentado no demasiado cómoda hay que sumar los latigazos que da cada vez que pasa por una irregularidad en el asfalto. No dudo que quizá en una autopista alemana la cosa pueda mejorar, pero para la orografía de nuestro país no es el coche que yo usaría a diario. Vamos ni siquiera de vez en cuando.
A la ida, bueno, llegamos y bien, ya que íbamos descansados, pero a la vuelta, que ya veníamos reventados me faltó cojear al bajar del coche.
Y ya lo que me confirma todo es que al descargar el equipaje, y meterlo en el maletero de mi coche y arrancar y sentarme en él me doy cuenta de lo cómodo que es mi coche, en diez minutos dentro de él ya no me duele nada.
Lo cierto es que ya iba algo en sobreaviso, ya que un compañero de trabajo tiene un BMW X3 de primera generación, y una vez que subí en ese coche, en unos 50 kilómetros de autopista, habían baches donde yo no recordaba haberlos visto hasta ese día, demasiado seco de suspensión.
Conclusiónes:
1 No me compro un SUV ni harto de vino.
2 Las marcas hoy día no dan prioridad a la comodidad de los ocupantes en sus vehículos como sí lo hace ( hacía ) Citroen.
3 Creo que no tendré ningún coche nuevo en mi vida, ya que lo que ofrecen y al precio que lo ofrecen no entra en lo que yo necesito de un coche.