¡Que difícil es ser adivino a distancia!
Tener hijos cantantes, o como dice mi mujer: ser padres de la Pantoja es muy duro.
El caso es que los cantantes de casa actuaban en Mondragón y para abaratar costes, se han alojado en al "lao" de Bilbao y se han llevado con ellos a los yayos como cuidadores de niños. Esto me ha permitido asistir como cirujano principal a la operación del Vitorino.
Yo, como sabéis, ya llevaba tomada la decisión del cambio de bomba, aun sin tener claro que fuese ese el problema pero una vez descartados lo filtros era el paso más fácil y lógico pensando en una posible caída de presión, como además el tiempo era muy limitado por ser la tarea principal hacer de "aitite", por lo que solo se podía intervenir mientras las fieras dormían la siesta y algún que otro rato en que la niñera televisiva ¡bendito Youtube! nos permitía ver a Mario y ¿Luigi? salvar al mundo.
Hacia unos días que mi hijo había descartado la polea de cigüeñal y situado el origen del ruido en un soporte del tubo de presión de entrada al disyuntor, aunque el tintineo de la pieza no parecía justificar tanto ruido como él refería y mucho menos las intempestivas caídas de presión del sistema.
Como digo nos enzarzamos con el cambio de bomba sin más y sin perder tiempo (que es lo que nos faltaba) en diagnósticos ni zarandajas, así que cambiamos la bomba y, la buena noticia es que ¡continuamos teniendo bomba de repuesto! porque la cosa seguía, según mi hijo, igual, así que desmontamos la pieza de soporte y procedimos a intentar colocar la que yo había extraído del desguace y ¡no se parecen en nada! pero al menos quitada la pieza se precia que el disyuntor esta trabajando continuamente como si la esfera estuviese en las últimas aunque, siempre según mi hijo nada que ver con el escándalo que se produce en marcha pues dice que la sensación es de que el motor va a romper de un momento a otro.
Localizamos otro disyuntor entre los repuestos habituales y nos lanzamos a la sustitución. menos mal que las gomas de retorno se cambiaron a hace un par (o siete) de años y estaban como nuevas, lo que de seguro nos ahorró algún disgusto.
Al sacar la esfera vieja (una gris de tres granetes de 70 bares y sin válvula) se aprecia que esta llena de aceite hasta el gollete pero al inclinarla solo caen unas gotas. La conectamos a nuestro fabuloso "pruebabolas" y la aguja sube sin descanso hasta los 100 bares, así que ya sabemos dos cosas, que el pruebabolas aguanta hasta los 100 bares y que esa es la esfera más rota que había probado nunca.
Afortunadamente entre los trastos de repuesto aparece una "chatina" de 62 bares que calca la presión medida y se coloca junto con el nuevo disyuntor (que no tenemos ni idea de como está) Arrancamos el motor y el sonido cambia radicalmente; hago un inciso para explicar que las bombas de alta presión son autocebantes y que, aunque es recomendable el rellenado del LHM por el tubo de absorción, si no se hace la bomba se cebará igual. Ya lo había comprobado con anterioridad y en esta ocasión lo he experimentado dos veces, así que en en un alarde de osadía, adapto el soporte de desguace en sustitución del roto (queda genial) y salimos del garaje.
Al principio todo parece ir bien pero al cabo de un rato al luz de STOP empieza a parpadear y no deja de hacerlo, aunque tanto dirección como frenos funcionan correctamente y no hay ningún sonido extraño.
Paramos en un descampado e indico a mi hijo que desconecte uno de los cables de la boya y el STOP desaparece, así que rellenamos el nivel y todo parece ir de maravilla. La prueba es corta pues ya habíamos recibido un par de llamadas de jefatura con los consiguientes toques de atención para acudir a cumplir con nuestros deberes de tío y "aitite" respectivos.
¿Que ha sucedido? Posiblemente la esfera reventó hace mucho tiempo y ha estado trabajando (mal) con algún resto de nitrógeno que enmascaraba la pérdida de nivel por la cantidad de LHM que entraba en la esfera, al tiempo que hacía trabajar a la válvula de descarga del disyuntor continuamente machacando el asiento y haciendo que aumentase el ruido. Por otro lado los continuos efectos de ariete con la consiguiente vibración del tubo, consiguen romper el soporte del propio tubo que acaba uniéndose a la orquesta despistando por completo al "escuchante" del ruido. A continuación la esfera acaba tragándose el liquido suficiente para poner el nivel justo al límite de la alarma, y entre el bajo volumen de LHM y que el Vitorino en determinadas condiciones es capaz de reclamar más fluido del que el achacoso sistema hidráulico podía proporcionar pues todo organizado para que el conductor in situ y el adivino a distancia se hayan vuelto locos.
Ahora con la esperanza de que no surja ningún rezumado a traición y de que aparezca el segundo juego de llaves del Vitorino que tampoco aparece, quedamos a expensas de cambiar el silentbloc superior de motor que se montó mal en su día.
Recemos.